Esta obra de Soledad Pulgar llamada En Cable de Sol es una Fotografía Digital, Serie “Poética y dinámica del cable”, Técnica: Tintas pigmentadas sobre papel Hahnemüle Baryta. Edición 7 Ejemplares (2016-2020)*. * Disponible una compra en EST_ART Space. Para más ejemplares consultar en info@estartspace.com Tamaño 40 x 60cm (enmarcada). Había observado, que, aunque recogiera cuidadosamente los cables de los auriculares, al ir a usarlos de nuevo, estaban totalmente enredados, como si alguien se hubiera dedicado deliberadamente a enmarañarlos. Parecería, como en los cuentos, que cuando no miramos, unos duendes se entretuvieran jugando con ellos. Y un día cuando fui a conectar el portátil, encontré esta clave de sol que titulé “En cable de sol”, y más adelante, esta línea de horizonte, que para mí fue un paisaje encontrado. A raíz de esto, empecé a observar el movimiento de los cables. Y este es el motivo de una parte del título, la dinámica, y seguro que, alguien con conocimientos de física, podría explicarnos con una fórmula las leyes de la dinámica que son responsables de esta actividad. En cuanto a la poética, es porque creo que, efectivamente, existe una poética visual en todo lo que nos rodea, sólo hay que detenerse a mirar. El título también podría haber sido, La vida secreta de los cables, y dejando lugar para la imaginación, prefiero quedarme con el pensamiento más poético de esos movimientos misteriosos y esa vida secreta. Jugando con la imaginación, también veo una coincidencia con nuestras propias vidas. No recordamos nuestro comienzo e ignoramos el final, y en medio nuestro camino transcurre, a veces linealmente y más frecuentemente con curvas intrincadas.

Esta obra de Soledad Pulgar llamada Paisajes Efímeros III es una Fotografía Digital, Serie “Paisajes Efímeros”, Técnica: Tintas pigmentadas sobre papel Canson Baryta. Edición de 25 ejemplares*. * Disponible una compra en EST_ART Space. Para más ejemplares consultar en info@estartspace.com Tamaño 40 x 27cm (enmarcada). Esta serie comenzó a gestarse en el año 2014, cuando con motivo de unas obras de reparación de la fachada de mi casa, hubo que colocar unos andamios y redes en ella. De la noche a la mañana y durante un tiempo mi paisaje habitual se vio tamizado por unos enormes filtros; y lo que en un principio fue una molestia, el paso de los días y la incidencia de los rayos del sol o la lluvia, me hicieron descubrir un nuevo paisaje cambiante, de singular belleza y lleno de color y contrastes. Esta es una serie abierta, pues de vez en cuando me armo con mi cámara y salgo a la caza de esos “Paisajes efímeros”, que a veces no lo son tanto.