Bajo el título “Bajaré hasta llegar arriba” Paco Díaz reflexiona sobre la liminalidad, el tiempo, el espacio, la permanencia o la transitoriedad a través de una propuesta de instalación fotográfica en diferentes formatos y soportes.
Es un proyecto instalativo realizado con fotografías impresas en distintos soportes y tamaños. En la sala, en forma de U, doce telas colgarán con una configuración de laberinto. Se puede leer como barrera traslúcida o como puerta que invita a entrar a otro mundo. Sobre las tres paredes pintadas de negro aparecerán fotografías de gran formato unidas por una línea blanca, línea de horizonte o hilo de Ariadna.
No somos conscientes de lo importante que es una línea. Las líneas en los mapas establecen fronteras, dificultan el tránsito entre dos puntos. Una línea, dibujada en una pared, uniendo distintas fotografías diferencia lo que está arriba, el cielo, de lo que está abajo, el suelo. O el infierno.
