El poder de evocación de los objetos personales y las fotografías de su álbum familiar le sirven como inspiración. A través de ellos reflexiona sobre el tiempo, la memoria y la forma de dilatar el proceso del olvido, valiéndose de elementos efímeros como la ceniza, el hilo, dientes de león, … con los que crear metáforas.
En ocasiones su propio cuerpo se convierte en el soporte artístico de su entorno y vivencias. Los cosidos y fisuras realizadas sobre su piel son una metáfora de la indisoluble simbiosis entre el paso del tiempo y el olvido. Una obra que aspira a la conservación del tiempo pasado por medio de la huella memorial, corporal, fotográfica.