Alfredo Velasco crea esta obra llamada Se me va la vista II a base de ensamblajes.

Tamaño 38 x 40 x 38 cm.

¡Es una pieza única!

“Espectro visible III” es el nombre que en 2023 el artista Daniel Domingo Schweitzer da a su Escultura de Aluminio Lacado.

Tamaño 100 x 60 x 12 cm.

¡Es una pieza única!

Pintura «Por España (la sangre y la orina)» es el nombre que el artista Bartolomé Limón da a su bordado en seda sobre calzoncillo.

Tamaño Talla M.

¡Es una pieza única!

Alfredo Velasco crea esta obra llamada Boldo Call a base de ensamblajes.

Tamaño 87 x 61 cm (con marco) / 38 x 30 x 10 cm (medidas bolso).

¡Es una pieza única!

Dan Oliver crea esta obra en 2024 llamada “Self” con acrílico sobre lienzo.

Tamaño 30,5 x 30,5 cm.
Sin enmarcar.

¡Es una pieza única!

Pintura «Amor fallero V» es el nombre que el artista Bartolomé Limón da a su bordado sobre pañuelo.

Tamaño 41 x 84 cm.

¡Es una pieza única!

“Picnics Contemporáneos V” es el nombre de esta serie que la artista Marian Calvorrey da a su Escultura creada con materiales reciclados, pan de oro imitación, tela y tenedor.

Tamaño 21 x 21 x 8 cm.

¡Es una pieza única!

Esta obra de 2023 de Enrique González llamada “Luini” está trabajada en óleo y pan de oro sobre tabla.

Tamaño 82,5 x 101 x 21 cm.

¡Es una pieza única!

Alfredo Velasco crea esta obra llamada Cara con hormas a base de ensamblajes.

Tamaño 42 x 37 x 36 cm.

¡Es una pieza única!

“KOIL II” es el nombre que en 2019 el artista Pio Cabanillas da a esta serie de Fotografía Digital. Impresión digital, Papel Fine Art. Montado en vitrina, con moldura de madera de roble tipo arquitecto de 20X40 mm. tintada, tapeta de vitrina de roble tintada y trasera de madera. Adhesivado de las copias en Dibond con adhesivo de PH neutro.

Tamaño 40 x 50 cm.

¡Es una pieza única!

En lengua tamil, “koil” significa templo, el hogar para la presencia divina al que acuden los fieles con sus ofrendas a recibir la buena influencia o la bendición de los dioses.

Las fotos de esta serie están tomadas en uno de los templos sagrados de Kanchipuram. Allí peregrinan los fieles con sus exvotos, y viven de la mendicidad los ascetas brahmánicos que renuncian a su vida mundana.  En los rostros de las mujeres, en sus miradas y gestos se reflejan, sin embargo, sentimientos que trascienden al ritual religioso. Existe para ellas otra vida en el templo. Es un lugar de encuentro, donde comer, donde transmitir las enseñanzas a las jóvenes, donde meditar o descansar antes de volver al mundo exterior.

Es el refugio donde su alma y su dignidad se hacen libres, y donde el fotógrafo puede recoger su trágica condición, la resignación, la fatalidad o el desencanto y sufrimiento que marcan sus semblantes.