Yunuen Díaz

En este libro no se trata de fijar los límites entre erotismo y pornografía. Unos límites que la alta cultura hace tiempo que definió: lo velado es asociado al erotismo, lo explícito se ha relacionado con la pornografía; lo realizado para el consumo de élite se presenta como erotismo, lo expuesto de manera masiva se considera pornografía; la pornografía se desarrolla dentro de un modo de producción capitalista, el erotismo se relaciona con la exclusividad del arte. Pero hoy en día tantos los métodos de producción como de distribución de la pornografía han cambiado. La autora intenta llegar más profundamente a la comprensión de la obra a través del análisis. ¿Qué nos quiere decir esta obra? ¿Cuál es la problemática presente en ella? ¿Qué mundos nos revela? Es por ello, que se incluye un nuevo ensayo, el Posterotismo, en el que se profundiza en el análisis de las representaciones visuales en un mundo hipersexualizado. Se cuestiona lo que Pierre Bourdieu define como el «falonarcisismo» de la cultura occidental, e invita a repensar nuestra cultura en un mundo hiper erotizado, pornográfico y violento.