Esta expresividad provoca un impacto psicológico venturoso en el espectador
Para el artista conquense el color y la luz son dos fundamentos clave de su expresión artística que, sin duda, se cohesionan conceptualmente en una misma naturaleza.
El uso preponderante del color sobre la composición subraya la esencia expresiva de La obra y con ella, Asensio apela a nuestra inteligencia emocional de forma vitalista, solar y lumínica. Esta expresividad provoca un impacto psicológico venturoso en el espectador y, a su vez, le exige que se detenga, al menos un momento, para la contemplación. Ese instante robado para el disfrute del arte a nuestro acelerado y digitalizado ritmo de vida alude, de nuevo, a la naturaleza de la dispersión cromática, pero esta vez, como efecto indeseado que ralentiza la velocidad de transmisión de la
información en los haces de fibra óptica que marcan el pulso de nuestro agitado mundo contemporáneo. Los lienzos de gran formato sintetizan los hallazgos de Pedro María Asensio en torno al color, la dimensión espacial y el ritmo pictórico.