Salir fuera de nuestros límites y conquistar aquello que no alcanzamos

Paco Díaz Salas, EST_ART Space, Alcobendas, Madrid

Paco Díaz Salas, licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, es un artista que vive y trabaja en Madrid. Su obra se caracteriza por una profunda exploración de temas existenciales a través de la pintura y la fotografía. En sus trabajos, Díaz Salas busca rastrear el pasado, imaginar el futuro y explicar el presente, tejiendo una narrativa visual que invita a la reflexión y al autodescubrimiento.

Centra su obra en la búsqueda de un lugar en el mundo, un territorio permanente donde el ser humano pueda encontrar su espacio y significado. Esta búsqueda refleja la necesidad humana de trascender y superar los propios límites, un afán por conquistar lo inalcanzable y explorar más allá de lo visible desde nuestra posición inicial. Al mismo tiempo, sus trabajos abordan el miedo inherente a lo desconocido que surge cuando se cruzan las fronteras del hogar y se enfrenta a nuevos horizontes.

Paco Díaz Salas es un artista que, a través de la pintura y la fotografía, explora las profundas preguntas de la existencia humana. Su obra nos invita a reflexionar sobre nuestra posición en el mundo, nuestra necesidad de trascender y el miedo y la maravilla que acompañan la exploración de lo desconocido.

Obra

Serie migraciones y abducidos

En las piezas de Paco Díaz se juega a la superposición chocante. El verbo jugar no es caprichoso, porque una cierta voluntad lúdica parece manifiesta en aquellas obras que proponen conjurar el horror vacui a través de la acumulación de objetos pop y formas enigmáticas. En esa estrategia de confluencia, conviven, como en una fusión de Universos Paralelos, construcciones de sofisticada arquitectura que sugieren refugios infantiles, estilizaciones de cabañas en el bosque, casas encima del mundo, casas para siempre, trincheras existenciales. O surgen, entre monumentos funerarios, inesperadas escaleras que se pierden en cielos plomizos.

Fotografías en donde se habla de la necesidad de salir fuera de nuestros límites para descubrir aquello que queda oculto. Ciudades invisibles que bien podrían ser una respuesta visual a las descritas por Italo Calvino. Aquella sucesión de ciudades escondidas, sutiles, semánticas y visuales, saturadas de recuerdos, que despertaban el deseo y, por supuesto, que rememoraban la muerte.

Obras que tienen el afán de desconcertar porque lo que muestran podría ser real o bien, imágenes que hasta un niño puede ver como algo falso, un artificio contextual que forma parte de un mundo paralelo con sus propias reglas. Algo no tan alejado de los frescos barrocos, cuyo objetivo era hacer creíble lo imposible: el paraíso.