Combinación de autorretratos realizados en fotografía digital y fotomontajes
Pantagruel transporta a la reflexión y la catarsis a través del pensamiento, en un viaje a través del mundo de las ideas. Ideas en el sentido filosófico de la palabra que, desde Platón hasta nuestros días, hemos ido compartiendo de una forma bella y poética a través del arte. Dice el filósofo alemán Markus Gabriel en su libro “El poder del arte” (2018), que fue nuestra capacidad de crear arte la que nos hizo humanos.
En Pantagruel se reúne arte y pensamiento como forma de reivindicar ese carácter que nos humanizó y que nos ha conducido hasta este mundo en el que hoy vivimos.
Pantagruel propone un diálogo directo con el espectador, exige de su participación y su intervención en la obra no como un mero espectador, sino como parte de la obra misma a través de un intercambio de opiniones y reflexiones.
Pantagruel nace de la combinación de autorretratos realizados en fotografía digital y fotomontajes, sin que en sí mismos estos adquieran jerarquía de autorretrato. El abrigo, el sobrero o el bigote son elementos estéticos en la obra con la intención de despersonalizar al personaje.
Pantagruel es la excusa, es el alter ego que permite al artista tomar la suficiente distancia para la reflexión, para la dialéctica, el pensamiento y un filosofar a través de ese mundo de las ideas.